La bebida de origen está preparada con masa de maíz, limones, sal
y piloncillo, la nieve de limón fue incorporada después.
Conoce la receta original, así como un listado de las zonas donde puedes refrescarte con este extracto
GUADALAJARA, JALISCO (25/ENE/2014).- En un pequeño local de la zona tapatía conocida como La capilla de Jesús, desde hace más de 50 años se vende una bebida ancestral, prehispánica: el tejuino. Igual que la bebida, el lugar ya aparenta algunos o muchos años de antigüedad.
Apenas se cruza la cortina, se puede sentir un clima diferente, fresco y en esta época hasta frío. Basta con inhalar un poco para percibir el dulce aroma que despide la olla repleta de tejuino que se esconde tras la barra, así como el toque de limón que aguada la saliva.
A simple vista, el lugar logra transmitir ese toque tradicional, donde el invitado especial es un vaso de vidrio repleto de esta bebida con una mancha blanca en la superficie, la nieve de limón.
El origen es lo que menos le importa a don Manuel Ornelas, propietario de Tejuino Don Marcelino; su objetivo desde hace más de una década es preparar día a día el mejor tejuino, y lo consigue, pues la trayectoria de este lugar habla por sí sola.
“Todo empezó porque de joven, yo me vine a Guadalajara procedente de Fresnillo, Zacatecas, y viví en la casa de un hermano de mi papá, que vendía tejuino”, recuerda don Manuel, y narra que fue de ahí donde le nació la inquietud no sólo por ayudar a su tío, sino a tomar la iniciativa y emprender su propio negocio.
El tejuino, según cuenta la historia, es una bebida prehispánica a base de maíz y un proceso de fermentación, y a pesar de ser un ícono de las tradiciones jaliscienses, ha sido víctima de algunas alteraciones.
“En un principio, cuando yo empecé a vender esta bebida, no se servía con nieve; pero unos señores que la comercializaban a espaldas del teatro Degollado le empezaron a poner nieve de garrafa de limón, y a la gente le gustó; de ahí que ahora se sirve con este ingrediente”, explica don Manuel.
“El tejuino debe hacerse como es”, dice tajante don Manuel, y hace referencia a que no toda la gente sabe hacer buen tejuino. La clave, explica el experto, está en la fermentación. “Yo primero lo pongo a sancochar, luego a fermentar, lo muelo y así lo logro”.
Tejuino Marcelino es sin lugar a dudas el lugar con más tradición de la ciudad, y se ubica en el mercado mejor conocido como La Capilla de Jesús, en la calle Angulo #819, entre Cruz Verde y Jesús.
INGREDIENTES Y PREPARACIÓN
La receta tradicional
1 kilo de masa de maíz
1 kilo de piloncillo
3 litro de agua
2 limones
Sal
El jugo de un limón
Hielo picado
Preparación
Hierve el agua con el piloncillo hasta que este se deshaga. Aparte y en poca agua, muele la masa en la licuadora y agrega esto al agua hirviendo. Al formarse un atole y cuando ya esté casi frío, exprime los limones. Deja reposar dos o tres días hasta que fermente, preferente en olla de barro cubierta con una manta limpia. El Resultado será un atole espeso con su color característico. Para finalizar, sirve el atole fermentado con hielo picadito, jugo de limón y sal y vacía de un traste a otro varias veces hasta mezclarlo bien. En su defecto el piloncillo se puede sustituir por azúcar morena.
SABER MÁS
• Dónde probarlo
Tejuino Marcelino
Mercado de La Capilla, en calle Angulo, entre Cruz Verde y Jesús.
San Felipe
En calle San Felipe #1354, una cuadra antes de llegar a Chapultepec.
El Polo Norte
Es también un lugar tradicional en Guadalajara. Se ubica en Avenida México #2200-
En Mexicaltzingo
Sobre la calle Montenegro esquina con Colón, está ahí desde hace tres generaciones.
En la banqueta
En la Colonia Moderna, sobre al calle Alemania, en la cuchilla de Escorza y Rayón.
El Baratillo
Lo encuentras en varios puntos, uno de ellos es en su inicio, sobre la Avenida Juan Pablo Segundo y Puerto Melaque.
Nevería Arcoíris
Por tradicional barrio de Santa Tere, en la calle Herrera y Cairo #1557, casi esquina con Andrés Terán.
El Tío
Desde hace más de 25 años, en un carrito de bicicleta el conocido “tío” se dedica a ofrecer esta bebida. Circula por el rumbo de la Colonia Independencia y Monumental, y seguro lo encuentras a la salida de la escuela primaria Luis Pérez Verdía, en el Jardín México sobre la calle Sierra Nevada.
En Colomos
En la calle de Alberta, casi esquina con Patria, podrán encontrar un carrito que identificarás por su llamativo color naranja.
Apenas se cruza la cortina, se puede sentir un clima diferente, fresco y en esta época hasta frío. Basta con inhalar un poco para percibir el dulce aroma que despide la olla repleta de tejuino que se esconde tras la barra, así como el toque de limón que aguada la saliva.
A simple vista, el lugar logra transmitir ese toque tradicional, donde el invitado especial es un vaso de vidrio repleto de esta bebida con una mancha blanca en la superficie, la nieve de limón.
El origen es lo que menos le importa a don Manuel Ornelas, propietario de Tejuino Don Marcelino; su objetivo desde hace más de una década es preparar día a día el mejor tejuino, y lo consigue, pues la trayectoria de este lugar habla por sí sola.
“Todo empezó porque de joven, yo me vine a Guadalajara procedente de Fresnillo, Zacatecas, y viví en la casa de un hermano de mi papá, que vendía tejuino”, recuerda don Manuel, y narra que fue de ahí donde le nació la inquietud no sólo por ayudar a su tío, sino a tomar la iniciativa y emprender su propio negocio.
El tejuino, según cuenta la historia, es una bebida prehispánica a base de maíz y un proceso de fermentación, y a pesar de ser un ícono de las tradiciones jaliscienses, ha sido víctima de algunas alteraciones.
“En un principio, cuando yo empecé a vender esta bebida, no se servía con nieve; pero unos señores que la comercializaban a espaldas del teatro Degollado le empezaron a poner nieve de garrafa de limón, y a la gente le gustó; de ahí que ahora se sirve con este ingrediente”, explica don Manuel.
“El tejuino debe hacerse como es”, dice tajante don Manuel, y hace referencia a que no toda la gente sabe hacer buen tejuino. La clave, explica el experto, está en la fermentación. “Yo primero lo pongo a sancochar, luego a fermentar, lo muelo y así lo logro”.
Tejuino Marcelino es sin lugar a dudas el lugar con más tradición de la ciudad, y se ubica en el mercado mejor conocido como La Capilla de Jesús, en la calle Angulo #819, entre Cruz Verde y Jesús.
INGREDIENTES Y PREPARACIÓN
La receta tradicional
1 kilo de masa de maíz
1 kilo de piloncillo
3 litro de agua
2 limones
Sal
El jugo de un limón
Hielo picado
Preparación
Hierve el agua con el piloncillo hasta que este se deshaga. Aparte y en poca agua, muele la masa en la licuadora y agrega esto al agua hirviendo. Al formarse un atole y cuando ya esté casi frío, exprime los limones. Deja reposar dos o tres días hasta que fermente, preferente en olla de barro cubierta con una manta limpia. El Resultado será un atole espeso con su color característico. Para finalizar, sirve el atole fermentado con hielo picadito, jugo de limón y sal y vacía de un traste a otro varias veces hasta mezclarlo bien. En su defecto el piloncillo se puede sustituir por azúcar morena.
SABER MÁS
• Dónde probarlo
Tejuino Marcelino
Mercado de La Capilla, en calle Angulo, entre Cruz Verde y Jesús.
San Felipe
En calle San Felipe #1354, una cuadra antes de llegar a Chapultepec.
El Polo Norte
Es también un lugar tradicional en Guadalajara. Se ubica en Avenida México #2200-
En Mexicaltzingo
Sobre la calle Montenegro esquina con Colón, está ahí desde hace tres generaciones.
En la banqueta
En la Colonia Moderna, sobre al calle Alemania, en la cuchilla de Escorza y Rayón.
El Baratillo
Lo encuentras en varios puntos, uno de ellos es en su inicio, sobre la Avenida Juan Pablo Segundo y Puerto Melaque.
Nevería Arcoíris
Por tradicional barrio de Santa Tere, en la calle Herrera y Cairo #1557, casi esquina con Andrés Terán.
El Tío
Desde hace más de 25 años, en un carrito de bicicleta el conocido “tío” se dedica a ofrecer esta bebida. Circula por el rumbo de la Colonia Independencia y Monumental, y seguro lo encuentras a la salida de la escuela primaria Luis Pérez Verdía, en el Jardín México sobre la calle Sierra Nevada.
En Colomos
En la calle de Alberta, casi esquina con Patria, podrán encontrar un carrito que identificarás por su llamativo color naranja.
http://www.informador.com.mx/suplementos/2014/509419/6/los-mejores-lugares-para-beber-tejuino.htm
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